"El médico termina de examinarnos y nos tranquiliza.
Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya
receta escribe ahora, sentado ante su mesa.
De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos.
No es de cuidado, en una semana estaremos bien.
Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y
miramos distraídamente en torno.
De pronto, en la penumbra debajo de la mesa
vemos las piernas del médico.
Se ha subido los pantalones hasta los muslos,
y tiene medias de mujer!"
Su voz grave y cordial precede los medicamentos cuya
receta escribe ahora, sentado ante su mesa.
De cuando en cuando alza la cabeza y sonríe, alentándonos.
No es de cuidado, en una semana estaremos bien.
Nos arrellanamos en nuestro sillón, felices, y
miramos distraídamente en torno.
De pronto, en la penumbra debajo de la mesa
vemos las piernas del médico.
Se ha subido los pantalones hasta los muslos,
y tiene medias de mujer!"